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martes, 31 de octubre de 2017

Capital erótico y déficit sexual masculino: Catherine Hakim

Me seducen los libros que cuestionan los discursos mayoritariamente aceptados por la sociedad, cuando encuentro uno de ellos disfruto con su lectura, aunque luego no esté de acuerdo con sus afirmaciones, deducciones o conclusiones. En esta ocasión ha sido la socióloga británica Catherine Hakim, con su texto El capital erótico. El poder de fascinar a los demás. Aunque se publicó en el año 2011 sigue siendo editado en todo el mundo y cuestionado por muchos colectivos, sobre todo por las feministas.
Tras su lectura destaco principalmente dos cuestiones: sus conceptos de capital erótico y de déficit sexual masculino. Para explicar el primero de ellos parte de la teoría de Bourdieu sobre la existencia de tres capitales que determinan a los individuos: el económico, el cultural y el social; Hakim añade el de capital erótico. Entendiendo este como la unión de la belleza, el atractivo sexual, la vitalidad, el saber vestirse bien, el encanto, el don de gentes y la competencia sexual; “El capital erótico, en definitiva, es una combinación de elementos estéticos, visuales, físicos, sociales y sexuales que resultan atractivos para otros miembros de la sociedad, especialmente los del sexo opuesto, en todos los contextos sociales”. En su análisis considera que a mayor capital erótico es más fácil encontrar trabajo, pareja, amistades o ganar más dinero; si una persona, ya sea mujer u hombre, es alta, bella, atractiva y con don de gentes la vida le va a ser mucho más fácil que si no tiene esas características.
 
El otro concepto clave en el texto es el del déficit sexual masculino, que, a su parecer, es universal: “En general, los hombres quieren mucho más sexo del que reciben, a todas las edades. Dado que las mujeres manifiestan niveles mucho más bajos de deseo sexual, así como de actividad, los hombres se pasan casi toda la vida sexualmente frustrados, en grado variable”. Lo que estima, no como un estereotipo o un prejuicio, sino como un hecho.
Partiendo de estos dos conceptos Catherine Hakim opina que las mujeres deben aprovecharse de su capital erótico y del déficit sexual masculino como elementos de poder femenino.
Otras cuestiones planteadas son la legalización de la prostitución, la reticencia de las personas para hablar de sexo en público, la necesidad de equilibrar el déficit sexual masculino con el comercio sexual, la moralidad sexual de las religiones, etc.
A mí me ha parecido muy interesante su lectura, que la he ampliado con un artículo de Isabel Menéndez Menéndez: “Alianzas conceptuales entre patriarcado y postfeminismo: a propósito del capital erótico”, publicado en la revista Clepsydra, que se puede acceder a él en internet, y en el cual cuestiona las teorías de la socióloga británica.